LOS PRINCIPIOS BáSICOS DE DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO

Los principios básicos de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

Los principios básicos de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

Blog Article

¡Purísima Virgen y angustiada Origen! Asombrado y condolido os contemplo al pie de la cruz en donde expiró para darme vida Redentor mi adorable redentor, bebiendo toda la amargura de su cruenta inmolación.

Alá mío, meditando vuestros dolores y los de vuestra Santísima Origen, te ofrezco estas oraciones para vuestra longevo cielo, y pido me obtengas las gracias necesarias para aprender de Ella la conformidad amorosa con tu santa voluntad.

Esta cookie está configurada por el complemento de consentimiento de cookies de GDPR. La cookie se utiliza para juntar el consentimiento del agraciado para las cookies en la categoría "Rendimiento".

Si crees que este apostolado ha sido de bendición para tu vida, y si está en tus posibilidades hacer una ofrenda voluntaria, de modo que sigamos llevando de forma gratuita esta buena obra, puedes hacerla a continuación.

¡Oh Raíz, tan afligida! No obstante que en la persona del apóstol San Juan nos acogiste como a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros y alcánzanos las gracias que te pedimos en esta oración.

Miradme ¡Oh mi amado y buen Jesús! Postrado en vuestra santísima presencia: os ruego con el viejo fervor imprimáis en mi corazón los sentimientos de Seguridad, esperanza y caridad, dolor de mis pecados y propósito de no ofenderos, mientras que yo, con todo el aprecio y con toda la compasión de que soy capaz, voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos ¡Oh mi Altísimo! el santo Profeta David: «Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar mis huesos».

Te pido por todos los que están en esa dolorosa situación. No permitas que desfallezca en mi Certidumbre y hazme apreciar siempre tu cariñoso presencia.

En los enlaces proporcionados se dice que están aprobadas estas devociones, por lo tanto no hay problema alguno. No conocemos las alabanzas que usted menciona, pero su nombre parece indicar que es algo bueno.

El teólogo Pablo Cervera nos explica que la Inexplorado vivió todo dolor humano en intensidad y plenitud incomparables

Sin duda María es en el gloria eternamente eficaz y no sufre dolor ni tristeza; pero no es insensible, ayer aceptablemente alienta siempre al bienquerencia y la piedad para el desgraciado género humano, a quien fue dada por Raíz, cuando dolorosa y llorando, estaba al pie de la cruz. Comprenderán los hombres el habla de aquellas lágrimas de María?

Señor mío Jesús, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi SeñAhora la Doncella María cuando te vio cargado con el infame madero de la Cruz yendo dócil al suplicio; por este dolor te pido las virtudes que por el pecado perdí.

Doncella María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste Cuadro el momento cumbre de su pasión; Tú misma igualmente te sentiríTriunfador sucumbir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.

¡Oh Madre afligidísima, y por todos conceptos llena de amargura! Compadecido del acervo dolor que martirizó vuestro corazón en el cruel acercamiento de vuestro Hijo en la calle de Amargura, al verle desfigurado, realizado de dolores, saciado de oprobios y oprimido por el grave peso de la cruz, os suplico con humilde rendimiento y sincero dolor de mis pecados, que me alcancéis Humor para levantarme de mi mortal abatimiento, a fin de que fortalecido con el ejemplo de vuestras soberanas virtudes, tenga valía para sostenerme en aoraciones mis terribles caídas en el camino del pecado, y socorredme para que no sucumba bajo su peso, y renueve los tormentos de mi Salvador, y vuestro dolor y amarguras.

De esta manerasteme en todas mis acciones, sobre todo en la hora del sufrimiento y en la hora de mi muerte, a fi n de que, viviendo en la constante fi delidad a tu servicio, pueda merecer por la imitación de tus virtudes, participar eternamente de tu prosperidad y de tu gloria en el paraíso a posteriori de haberme unido a tus dolores en esta tierra. Triunfadorí sea.

Report this page